El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, expresó este miércoles su disposición a un “alto el fuego temporal” en Gaza con el fin de liberar a los rehenes israelíes, de los cuales aseguró que 20 están “con toda seguridad” vivos. Sin embargo, poco después, el Ejército israelí ordenó la evacuación de varias zonas del norte de Gaza, lo que anticipa una nueva ofensiva militar.

La presión internacional sobre Israel crece para que detenga su campaña en Gaza y permita el ingreso de ayuda humanitaria, mientras las agencias advierten de una grave escasez de alimentos y medicinas debido al bloqueo impuesto por el país. En una rueda de prensa, Netanyahu reiteró que Israel tiene la intención de controlar toda la Franja de Gaza y de desplazar a los 2,1 millones de gazatíes hacia el sur del enclave a medida que avance en su ofensiva contra Hamás.
Mientras tanto, el Ejército israelí ordenó la evacuación de 13 zonas del norte de Gaza, incluidos los campos de refugiados de Yabalia y Beit Lahia, tras el lanzamiento de un cohete hacia Israel. Además, la OMS denunció la imposibilidad de ingresar su ayuda humanitaria a Gaza, y varias ONG han alertado sobre la insuficiencia de la asistencia autorizada.
La guerra en Gaza, que comenzó tras el ataque sorpresa de Hamás el 7 de octubre, ha dejado hasta ahora más de 53.000 muertos en el enclave palestino, según las autoridades locales.