En un nuevo y preocupante episodio de violencia en Medio Oriente, Israel e Irán se enfrentan directamente con ataques militares que han dejado muertos, heridos y ciudades en estado de emergencia. Las consecuencias ya se sienten en los mercados internacionales, mientras líderes mundiales piden contención.
La tensión entre Israel e Irán alcanzó uno de sus puntos más críticos este martes 17 de junio, luego de que Israel realizara una serie de bombardeos contra infraestructura clave en Teherán, incluyendo instalaciones nucleares y la televisión estatal. El ataque, que dejó múltiples víctimas civiles, fue respondido por Irán con el lanzamiento de misiles balísticos y drones que impactaron en territorio israelí, agravando aún más el conflicto.
Mientras esto ocurría, el presidente Donald Trump, desde la cumbre del G7 en Canadá, pidió la evacuación inmediata de la capital iraní y exigió la “rendición incondicional” del régimen de Teherán. Aunque descartó por ahora un ataque directo al líder supremo iraní, no excluyó una intervención militar más amplia si la situación continúa escalando.
Ante el escenario, miles de civiles comenzaron a huir de Teherán. La ciudad permanece semiparalizada, con comercios cerrados, cortes en las comunicaciones y una gran presencia militar. Por su parte, el gobierno israelí defendió sus acciones como “preventivas” y reafirmó su derecho a defenderse de amenazas nucleares.
El conflicto ha tenido repercusiones inmediatas en los mercados: el precio del petróleo se disparó casi un 2 %, y los analistas advierten que una guerra abierta en la región podría generar un fuerte impacto económico global. Los líderes del G7 han instado a ambos países a reducir la tensión, aunque reconocen que la situación es extremadamente delicada.
A pesar de los llamados a la diplomacia, los hechos de las últimas horas muestran un conflicto que podría escalar rápidamente. La comunidad internacional observa con creciente preocupación si los esfuerzos por detener esta cadena de ataques darán resultado o si el mundo se enfrenta a una nueva crisis de gran escala en Medio Oriente.